- Salvados por sus antiguos adversarios
- Prestos a dar la muerte o a recibirla
- Luchar hasta el último hombre
- Solamente se reclutaban voluntarios
La calavera que ostentaban como insignia correspondía a su lema de lucha: «Prestos a dar la muerte o a recibirla». Soldados de muy diversas nacionalidades, que habían combatido contra las Waffen SS, llegaron a sentir por ellas cierto tipo de respeto y admiración.
Encarnaban algo así como «la apoteosis del espíritu militar». A diferencia de las otras divisiones, los generales de las Waffen SS siempre estaban al frente de la línea de fuego, situación que causaba una lealtad y disciplina admirable entre quienes las formaban.
Algo de lo más impactante de este libro es que muchos de los soldados de las divisiones Waffen SS que fueron capturados y condenados fueron absueltos gracias a testimonios y declaraciones de los soldados enemigos, dado el respeto y gratitud que les tenían a estos verdaderos soldados.
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