“La oración es (...) la forma de energía más poderosa que el hombre es capaz de generar. Se trata de una fuerza tan real como la gravedad terrestre”,
Con sencillez y elegancia el reconocido Dr. Alexis Carrel (1873-1944), Premio Nobel de Medicina y Fisiología (1912) en este pequeño y curioso libro se sitúa en favor de la oración.
Este librito es un retazo de vida, con una vigencia insospechada, que el Dr. Carrel indica la curva ascendente de una vida laboriosa entregada con nobleza a la búsqueda de la verdad.
Empieza el celebrado fisiólogo francés pidiendo cortésmente comprensión a los teólogos, ya que él ni es filósofo ni teólogo. Al fisiólogo francés le interesan sobre todo los efectos psicofisiológicos y curativos.
La obra del Dr. Carrell brota espontáneamente de su vida. Y de toda su vida.
No es producto de un impresionismo psicológico transeúnte o una imposición del medio ambiente. Es el resultado' de una observación atenta, científica, de incontables enfermos que ha asistido, Su estudio de la oración "es un resumen sumamente breve de una innumerable -cantidad de observaciones recogidas en el curso de una larga carrera al lado de personas de todas las condiciones”.
Hábil cirujano, entregado a la regeneración de los tejidos y cicatrización de heridas, ha podido apreciar en su justo! valor ciertos efectos curativos de la oración. De ahí que todo lo que afirma en su libro está comprobado por su experiencia y que prefiera ser incompleto a citar datos insuficientemente probados.
La oración actúa sobre el espíritu y sobre- el cuerpo de forma tal que parece depender de su cualidad, de su intensidad y de su frecuencia. A esas propiedades de la oración podemos llegar, aunque no sea más que a través de la vida del orante. Aun la oración más imperfecta produce un doble efecto en el comportamiento del individuo, fortifica al mismo tiempo el sentido de lo sagrado y el sentido moral. Los pueblos que oran tienen más sentido del deber y de la responsabilidad.
En igualdad de circunstancias, el carácter y el valor moral son más eleva-dos entre las personas que oran. Cuando la oración es habitual y fervorosa, su influencia es más manifiesta. Podemos compararla a la de una glándula de secreción interna, verbigracia, la tiroides o la suprarrenal. Consiste en una especie de transformación mental y orgánica, transformación que se opera de forma progresiva (89). Produce un apaciguamiento interior, una armonía de actividades nerviosas y morales, resignación noble ante las calamidades de la vida. De este modo, la oración es una ayuda poderosa de la terapéutica. La vida se dignifica en fuerza de este tesoro de la oración, oculto en lo Íntimo de los órganos y del espíritu. Hasta los ignorantes, los retrasados, los débiles, los mal dotados utilizan mejor sus fuerzas intelectuales y morales. La oración eleva, según parece, a los hombres por encima de la estatura mental que les pertenece en relación con su herencia y educación
Para demostrarles que
es verdad que bloger me ha retirado varias entradas, vean como dos libros de
Carrel que tenía en el blog han sido retirados ya dos veces, aunque apele las
vuelven a poner en modo borrador, esto debido a reclamos ridículos de
editoriales, estos libros y más están adjuntos en el pack de libros que estoy
ofreciendo a la venta. (Esperemos que este acabo de subir no lo quiten tambien)
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