Se tiene por sentado que las intervenciones extranjeras es una dinámica propia de las grandes potencias mundiales y coloniales, quienes en su uso de la fuerza y poderío que sostienen, buscan intervenir y cambiar sucesos y contextos foráneos de otros países y continentes para su propio beneficio, esto ha sido llamado comúnmente como “Imperialismo”.
Pero es un hecho histórico poco conocido o divulgado, que una pequeña isla en el centro del Caribe haya tenido una historia de intervenciones militares y políticas desde hace décadas, nos referimos a la simbólica isla de Cuba.
Incluso durante la época pre-castrista, Cuba envió brigadas a la guerra civil española para luchar contra el bando nacional de Franco, lucharon al lado Haile Selassie cuando Etiopia fue invadida por la Italia de Mussolini, y en el propio continente, intervinieron para luchar contra los dictadores Rafael Leónidas Trujillo, Anastasio Somoza y conspiraron contra el tirano haitiano Francois Duvalier entre otros sucesos.
El incendiario trasfondo político cubano que culmino hasta la lucha contra Batista, ayudaron a dar forma a lo que serían las violentas guerrillas rurales y urbanas lideradas por Castro, que terminaron por tumbar el régimen y hacerse con la victoria y el poder en una turbulenta época que estaba por venir.
Con la victoria de Castro en Cuba, y alineado ya con el bloque soviético, y con el mesianismo que les caracteriza, en la búsqueda de una identidad “antimperialista” dio inicio a lo que sería la exportación de la revolución cubana a nivel continental e incluso mundial, con efectos políticos que incluso, más de 60 años después, se ven sus consecuencias.
El movimiento del Che Guevara en Bolivia contó con un gran apoyo económico no solo del gobierno de Cuba, sino tambien de la Unión Soviética quienes consideraban que, para expandir la revolución marxista y en última instancia la hegemonía de aquel imperialismo por el mundo entero, era indispensable obtener triunfos en otros países. Éste era el sentido de la consigna "obtener varios Vietnams".
"El comunismo romántico que pretendió encarnar la revolución cubana inflamó la visión antioccidental de muchas élites intelectuales, estudiantiles, profesionales, sindicales y políticas en África y en América Latina. Es así que envuelto en un No-alineamiento con- troversial por su dependencia al bloque soviético, y con una teología apocalíptica, Castro luchará por convertirse en el portavoz del comunismo. En África, Medio Oriente y América Latina, la silueta familiar de Castro, tocada con un puro en la boca, será mitificada debido a su posición anti-yanqui, y también a sus planteamientos en favor de la liquidación del colonialismo y de la influencia neocolonial.
Nunca en la historia contemporánea un país tan pequeño y escaso de recursos ha ejercido la influencia internacional de Cuba en los últimos decenios. Ni la revolución China, ni el tercer- mundismo hindú, ni el nuevo marxismo europeo, ni el naserismo, ni el prototipo tanzano, ni más adelante el sandinismo se granjearían en estos últimos decenios la mitológica proyección alcanzada por los guerrilleros cubanos en el poder, que invadió los mapamundis.
Con desconcertante rapidez los cubanos fundaron uno de los más extensos aparatos de espionaje del mundo a pesar de que Cuba carecía de una tradición en esa rama. Esa prolongación paramilitar de corte fascista llegó a ser la tercera del planeta, después de la KGB y de la CIA, no sólo por el volumen de personal y el extenso número de operaciones en todas las latitudes, sino por los objetivos y la efectividad de las mismas.
Ni el Mossad israelí, ni los servicios secretos franceses o ingleses han conseguido desplazarse en un radio de acción tan vasto y de forma tan sistemática. Ni la Libia de Muamar Khadafi o el Irán del Ayatolá Khomeini han acumulado la experiencia, la ramificación operacional, los recursos, la infraestructura y las alianzas de que ha dispuesto el castrismo para desatar la violencia en todos los continentes.”
*Versión PDF con menos peso.
**Se incluye el texto “Treinta Días Viviendo como un Cubano”.
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