Yo escogí la libertad fue un bombazo. En Francia,
los comunistas le acusaron de mentir. Kravchenko denunció a los acusadores Y ganó el juicio. Ha sido el único gran juicio contra el comunismo. Una
impresionante historia.
Víctor
A. Kravchenko nació en 1905 en Yekaterinoslav, Rusia. Había nacido en una
familia perseguida por el zarismo y saludó el golpe de estado leninista como
una emancipación, y se convirtió en un joven comunista comprometido y serio. En 1929 ingresó en el Partido Comunista.
Durante aquellos años fue testigo directo de las muertes por las grandes
hambrunas producidas por los planes colectivistas, así como de las inmensas
purgas estalinistas que acabaron con la vida de miles de personas.
Durante
la II Guerra Mundial, Kravchenko fue capitán del Ejército Rojo Como culminación
de una carrera accidentada, pero conducida con mano firme, Kravchenko consiguió
ser destinado a un puesto en Washington. Fue entonces, en 1943, cuando tomó la
decisión de desertar y romper toda relación con la URSS. Ya lo tenía todo
planeado, no volvería jamás a la Unión Soviética.
Su
libro Yo escogí la libertad, que fue primeramente publicado en España
por la editorial NOS, dirigida por Mauricio Carlavilla, es una biografía
novelada en primera persona donde Kravchenko , avanza desde su más temprana
infancia hasta la madurez que lo llevó a escribir semejante libro, muestra la
dramática y terrible realidad de los sistemas totalitarios que marcaron, ya para
siempre, el convulso siglo XX; las muertes por hambre, las arbitrariedades, la
mentira sistemática, los chantajes, la represión, las torturas, los campos de
concentración, la bestialidad y el envilecimiento moral a que conduce sin
remedio el socialismo real. El libro se agotó,
en sólo ocho semanas y estuvo en las listas de los libros más vendidos en
distintas partes del mundo.
A
partir de ese momento, sufrió una serie de falsas acusaciones provenientes de
la Unión Soviética y sus partidos satélites y tentáculos europeos, como la
revista Les Lettres Françaises que, desde sus páginas, le acusó de crear una
gran mentira al servicio de las agencias norteamericanas de inteligencia a base
de propaganda antisoviética. Kravchenko les demandó, en Francia, y comenzó el
único gran juicio en la historia contra el comunismo, que ha sido equiparado
por muchos con el de Nuremberg contra los nazis por la gran cantidad de
víctimas del terror ruso que testificaron en él. El escritor ganó el juicio y
su libro constituyó un torpedo a esa ilusión
criminal y romántica del comunismo.
Víctor Kravchenko murió violentamente en 1966, apareció
muerto en su apartamento de Manhattan, con un tiro en la cabeza, Aunque su
muerte aún no ha sido esclarecida, hay documentos del FBI en proceso de desclasificación que aclararían algunos aspectos oscuros. Su hijo nunca creyó que la muerte fuera un
suicidio. Siempre mantuvo que su padre fue asesinado por los servicios secretos
soviéticos.
Como libro pionero de la disidencia. Su lectura, hoy en día, sigue siendo tan
apasionante como lo debió de ser a mediados de los años 40. Y sigue siendo una lección, casi un manual,
sobre el poder de la mentira. También, por tanto, para los tiempos oscuros que
nos ha tocado vivir.