En estas páginas el lector conocerá el verdadero Plan Sionista-Marxista de Conquista Mundial, su lado oculto, sus verdaderos fines, y la estrategia empleada para aplicarlo. Asimismo conocerá el Plan Sionista-Marxista para apoderarse de la PatagoniaChileno-Argentina e instaurar en ella el segundo Estado de Israel visible.
También conocerá las conexiones de este plan con el Estado Sionista-Marxista instaurado en Chile entre los años 1970-73, y sus ramificaciones internas e internacionales -plan suicida e intrépido por naturaleza-, pues sus actores principales tenían pleno conocimiento que, si fracasaban en la aplicación del mismo, se jugaban la vida, como efectivamente aconteció.
Apoderarse de la Patagonia Chilena por intermedio de la instauración de un Estado sionista-marxista -tal cual se intentó entre los años 1970-73-, es el mejor ardid de guerra; la Patagonia estaba incluida dentro de la propiedad territorial de la Nación, de manera que el apoderamiento de ésta se produciría sin necesidad de anunciarlo expresamente. Nadie relacionaría tal Estado marxista con el Plan Andinia, ni con laPatagonia Argentina, sin la cual queda incompleto. Solo en caso extremo se recurriría a la guerra y la invasión territorial.
Quien ha estudiado concienzudamente la Historia de Argentina y Chile, como el autor de este libro, como también la codicia y ambiciones que la Israel Sionista Mundial, Rusia Soviética y Gran Bretaña tienen en el Cono Austral de América, tiene el deber de advertir que tarde o temprano estallarán problemas de envergadura, y es mejor estar preparados. Argentina y Chile no tienen la más remota idea del gravísimo embrollo en el cual se encuentran involucrados, ni con quienes tendrán que vérselas.
El sionismo mundial ha organizado al interior de Argentina y Chile numerosos caballosde Troya, para destruir por dentro los respectivos Estados Nacionales y reemplazarlos por Estados Sionistas o, lo que es sinónimo, por Estados Sionistas-Marxistas, pues todos estos partidos con apariencia política seria, ya sean comunistas, socialistas, socialdemocratas, radicalmasónicos, etc., sólo son avanzadillas de este gigantesco plan mundial, concebido desde que el judio Carlos Marx escribió su libro El Capital.
También el lector conocerá las conexiones subterráneas que este plan sionista-marxista mantiene con la Iglesia Judeocristiana de Roma, de Londres y Atenas, con las sectas evangélicas menores, y la masonería no-judía, que cooperan por turno en la victoria final de la Gran Israel, y todo dirigido, en lo oculto, por la Gran Sinagoga de Israel y sus sucursales de Europa y América.
Han transcurrido más de 500 años desde que se derrumbó El Antiguo Testamento hebreo, y pese a ello, todo sigue igual, como si aquí no hubiera pasado nada. Se continúa exactamente con el mismo engaño. Se continúa haciendo creer que la Biblia hebrea es un libro divino, inspirado por Jehová a sus profetas, y que Jehová mismo es Dios Universal. Esto acredita el poder que tiene la propaganda, capaz de mantener vigentes momias faraónicas..La Biblia contiene miles de errores que se irán desglosando en ese libro.
¿ Sois monotemáticos ?
ResponderEliminarsiempre el mismo tema.