"En
cierta época, los libros atraían a alguna gente... Pero, luego, el mundo se
llenó de ojos, de codos, de bocas. Población doble, triple, cuádruple. Films,
revistas, libros, fueron adquiriendo un bajo nivel, una vulgar uniformidad...
Condensaciones. Resúmenes. Los clásicos reducidos a una emisión radiofónica de
quince minutos. Después, vueltos a reducir para llenar una lectura de dos
minutos. Por fin, convertidos en diez o doce líneas. Salir de la guardería infantil para ir a la universidad y
regresar a la guardería. Ésta ha sido la formación intelectual durante los
últimos cinco siglos... Los años de universidad se acortan, la disciplina se
relaja, la Filosofía, la Historia y el lenguaje se abandonan, el idioma y su
pronunciación son gradualmente descuidados. Por último, casi completamente ignorados.
La vida es inmediata, el empleo es lo único que cuenta, el placer domina todo
después del trabajo... La vida se convierte en una gran carrera. Todo se hace
deprisa, de cualquier modo... Y la mente absorbe cada vez menos... No es
extraño que los complicados libros dejaran de venderse... No hubo ningún
dictado, ni declaración, ni censura, no. La tecnología y la explotación de
masas produjo el fenómeno”.
Extraído
de Fahrenheit 451
No hay comentarios:
Publicar un comentario