La
obra más famosa reconocida en ámbitos intelectuales que traspasaban las
barreras de la corriente tradicionalista. Describe la decadencia política y
social del Mundo Moderno a fines del siglo XX
Su
visión de los acontecimientos presentes y futuros es asombrosa. Escrita en los
años ´60 y revisada por el autor en los ´70.
“Cabalgar
el tigre” es un libro que rompe con la moral propia de nuestras terminales
sociedades (esa moral que ha venido en denominarse como de ´moral pequeño
burguesa´) y rompe igualmente con las instituciones por ella impregnadas y lo
hace de una manera radical y sin ningún tipo de miramientos ni de concesiones.
Se trata de planteamientos hechos pensando
en un hombre, como el actual, que vive en plena Edad de Hierro; en pleno
período de decadencia. Y ante lo imposible de darle un golpe de timón al actual
devenir corrosivo de los tiempos, se nos dice en este libro que debemos de
concienciarnos de que no nos queda más remedio que el de vivir inmersos en
ellos (en estos tiempos), pero sin que nos arrastren por el camino de la
disolución, por lo que hemos de intentar vivir en medio de las ruinas, pero
permaneciendo en pie. No adoptando posturas evasionistas y/o nihilistas, sino
intentando acelerar la descomposición de este deletéreo mundo moderno para así
conseguir que su caída (si ahora se nos presenta como imposible) ocurra cuanto
antes mejor y para que en esta lucha mantenida para acelerar dicha caída se
vaya forjando el hombre que se hallará preparado para tomar las riendas de la
reconstrucción de un nuevo Orden; de una nueva Edad Áurea.
Acelerar la descomposición de los tiempos
que acontecen es ´cabalgar el tigre´ para cansarlo cuanto antes y acabar
derrotándolo. Pero al margen de estas connotaciones y aplicaciones de carácter
más exterior y político, ´cabalgar el tigre’ es también una fórmula
reservada para un tipo de Hombre diferenciado (no para los que no somos más que
´el común de los mortales´) que transita por el arduo, disciplinado y metódico
camino de la transmutación interior y que es capaz de utilizar ´el veneno y
convertirlo en remedio´. Esto es, utilizar los ´venenos´ que emponzoñan y
destruyen al hombre común y que de manera apabullante, exagerada y disolvente
impregnan el mundo moderno (tales como, de forma más contundente, pueden serlo
las drogas, el alcohol o el uso obsesivo y degradante del sexo), utilizar,
decíamos, estos ´venenos´ para alterar su estado de conciencia ordinaria
con el objeto de volverla más volátil y sutil y, en definitiva, más propicia a
ser reconducida y elevada a otros estados de conciencia superiores que le
pongan en el camino -siguiendo los rigurosos procesos de la Iniciación- que
lleva a la difícil meta de lo que el budismo llama el Despertar.
Esta vía iniciática se conoce en Oriente
como la "Vía de la Mano Izquierda" y en la tradición hermetico-alquímica
occidental como la "Vía Húmeda".
En este insigne libro Evola nos transmite la
evidencia de que en los presentes momentos sombríos y crepusculares por lo que
atraviesa el mundo moderno no existe nada que merezca ser salvado; que deba ser
conservado. No debemos, pues, mantener actitudes ´conservadoras´, sino que
debemos, por el contrario, poner todos los medios a nuestro alcance, luchando,
para que la desaparición de cualquier tipo de manifestación del mundo moderno
acontezca lo antes posible. El objetivo de esta lucha es el de reinstaurar los
valores y la cosmovisión propios del Mundo Tradicional. La meta es la de “volver
a la Tradición”. Por lo que de este “re- volver” se deriva el término “revolución”.
Se trata, pues, de adoptar una actitud “revolucionaria” y no, repetimos, “conservadora”.