La
desaparición de la Gran Raza es uno de los libros de orientación racial más
prominentes de todos los tiempos, escrito por el conservacionista
estadounidense más influyente del estado de ánimo de su país, hasta el punto de
que hizo posible las medidas de control de inmigración de 1924. Es considerado
como "El Manifiesto del Racismo Científico" ya que fue la primera
obra en enfocar la historia desde el punto de vista racial, integrando la
ciencia evolutiva más avanzada de su época con estudios de historia y cultura.
La premisa fundamental del libro es que la raza cultiva la cultura, la religión
y el Estado (y no al revés).
La
historia europea ha sido escrita en términos de nacionalidad y de lenguaje,
pero nunca antes en términos de raza. Sin embargo, la raza ha desempeñado un
papel mucho mayor que el lenguaje o la nacionalidad en moldear los destinos de
los hombres. La raza implica herencia, y la herencia implica todas las
características morales, sociales e intelectuales y rasgos que son los resortes
de la política y el gobierno.
La gran
lección de la ciencia racial es la inmutabilidad de los caracteres
somatológicos o corporales con la que está estrechamente asociada la
inmutabilidad de las predisposiciones psíquicas e impulsos. Por ello es que se
busca defender y preservar cada tronco racial según sus características
propias.
En contraposición, las teorías Democráticas de gobierno en su forma moderna están basadas en los dogmas de igualdad formulados hace unos doscientos años, y descansan en la asunción de que el ambiente y no la herencia es el factor principal en el desarrollo humano, siendo usualmente muy intolerantes en lo referente a la temática de las limitaciones impuestas por la herencia. Escondidos tras una fachada de filantropía y un noble propósito, quienes dictaron esta doctrina en la Declaración de Independencia, entendiendo que “todos los hombres son creados iguales”, eran ellos mismos dueños de esclavos, y despreciaron a los indios como algo menos que humano.
En contraposición, las teorías Democráticas de gobierno en su forma moderna están basadas en los dogmas de igualdad formulados hace unos doscientos años, y descansan en la asunción de que el ambiente y no la herencia es el factor principal en el desarrollo humano, siendo usualmente muy intolerantes en lo referente a la temática de las limitaciones impuestas por la herencia. Escondidos tras una fachada de filantropía y un noble propósito, quienes dictaron esta doctrina en la Declaración de Independencia, entendiendo que “todos los hombres son creados iguales”, eran ellos mismos dueños de esclavos, y despreciaron a los indios como algo menos que humano.
El libro
comienza por definir claramente la raza y traza la historia de las tres ramas
principales de la humanidad europea, a saber, los tipos étnicos alpinos,
nórdicos y mediterráneos, así como sus características físicas y mentales,
desde los más antiguos comienzos de los diversos grupos europeos hasta la
actualidad. Vincula hilos de pensamiento sobre la teoría de la migración aria,
la etnología, la antropología y la historia en un amplio estudio de la subida y
la caída históricas, y la expansión y retracción, de las razas europeas.
También conecta la historia de América con la de Europa, especialmente con sus
naciones nórdicas. Grant afirma que Norteamérica siempre ha sido un país
nórdico, formado por inmigrantes nórdicos.
En
resumen, el libro elabora la interpretación de Grant de la antropología
contemporánea y la historia, que él ve como girando principalmente en torno a
la idea de la raza en lugar de medio ambiente. Promueve específicamente la idea
de la raza nórdica como un grupo social clave en la responsabilidad del
desarrollo humano, en la que ve con mayor profusión características deseables,
como "la vida familiar, la lealtad y la verdad".
Generalmente
bien recibido en su época en la prensa popular y académica, fue ampliamente
leído tanto por presidentes de EE.UU., científicos, como por gente común,
convirtiéndose en un best-seller y sentando las bases de la ciencia emergente
de la eugenesia. Theodore Roosevelt describió El Paso de la Gran Raza como
"una obra capital". Según una autobiografía no publicada de Leon F.
Whitney, de la American Eugenics Society, el libro fue también una lectura de
cabecera de Adolf Hitler.
"Madison
Grant (1865 - 1937) fue un abogado, historiador, antropólogo físico,
conservacionista y eugenista estadounidense, nacido en la ciudad de Nueva York,
graduado con honores de la Universidad de Yale y posteriormente graduado en
derecho por la Columbia Law School. Es más conocido por su trabajo como
conservacionista, acreditado con la preservación de muchas especies diferentes
de animales, fundando muchas organizaciones ambientales y filantrópicas
diferentes y desarrollando gran parte de la disciplina de manejo de vida
silvestre.