Descripción

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jueves, agosto 07, 2014

Savitri Devi - Oro en el crisol


"Oro en el Crisol" es la visión de una ardiente nacionalsocialista de la Alemania ocupada tras ser derrotada en la Segunda Guerra Mundial, basada en largos viajes y entrevistas realizados durante los años 1948 y 1949 en una Alemania en pleno proceso de desnazificación.

La autora describe con crudeza la brutalidad e hipocresía aliada sobre un pueblo derrotado: millones de civiles alemanes muertos bajo los incesantes e innecesarios bombardeos aliados; millones muertos incluso después de terminada la guerra, siendo desterrados de sus hogares y trasladados a nuevos destinos; más de un millón de prisioneros de guerra muertos de hambre o por asesinato abierto y descarado en los campos de concentración aliados; miles de desaparecidos en los campos de labor esclavo en territorio soviético.

Savitri Devi describe las técnicas de desnazificación que le tocó presenciar o escuchó relatar. También narra el saqueo sistemático de Alemania: la tala de los antiguos bosques, el desmantelamiento de las fábricas, el robo de los recursos naturales.

Pero a pesar de la catástrofe, Savitri Devi no lo cree el fin del nacionalsocialismo, sino como una purificación, una prueba de fuego que separa el oro de sus impurezas, el preludio de un nuevo comienzo. Así, es que también deja espacio a la presentación de la filosofía y el programa político del nacionalsocialismo.

Ella no cree que lo acontecido haya sido un mero hecho político o histórico sino la actualización de una religión eterna. Para Savitri:

"Dioses, es decir, Superhombres inspirados de lo divino - no nacen cada día, cada siglo. Y cuando efectivamente vienen y viven y obran de manera maravillosa, no los reconoce todo el mundo. La nación así bendecida lo conserva en su espíritu, siguiéndole hasta el amargo final, tanto en la victoria como en la desgracia, a estos hombres divinos que en ella nacieron. Esta nación ambicionará belleza, fuerza y alegría, y al final triunfará sobre los poderes de la muerte, mientras el resto del ingrato mundo desordenado permanecerá tendido a sus pies. 
Hace treinta años se podía pensar que los días de los Dioses habían pasado para siempre; que la promesa que había sido dada al mundo en el libro de los libros -el Bhagavad-Gita- nunca más se cumpliría; esa humanidad se volvió, día tras día, degenerada, despreciable, necia, más enfermiza y más fea; se había vuelto un ser incapaz de servir a la encarnación del nuevo envío divino a nivel internacional. Pero a pesar de su cercano final volvió aún a brillar."


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