“Huichilobos”, obra de Alfonso Junco, parecería ser un folletín hispanista más. Ideas como que los españoles vinieron a terminar con un genocidio hecho por los aztecas parecen que no son ocurrencias tan novedosas. El partido español Vox tuvo antecedentes de su labor filoespañola casi un siglo gracias a la pluma de autores como José Elguero Videgaray o del pensador universal José Vasconcelos, ambos mexicanos. Si esto fuera así, realmente no debería el lector perder el tiempo en revisarlo. Para colmo, Junco no presentó aportaciones en el campo arqueológico, literario o filológico que nos ayudara a entender mejor a los aztecas, ¡En lo absoluto! Esto explicaría que sea relegado por la progresía a estercolero de la Historia, que se ensancha cada vez más.
Empero, si bien esta recopilación de citas en favor de la tesis hispanista, que hace poco original el trabajo, parece un trabajo anquilosado y retrógrado, adquiere frescura en tanto aventura una tesis inquietante: en México se ha dado una lucha entre el macabro y asesino dios azteca Huitzilopochtli y su Némesis, el dios Quetzalcóatl, dios del viento, entidad pacífica y bondadosa. Con esta dialéctica Junco concluyó su libro, mientras subrayó que el culto al primero no había terminado a pesar de la Conquista española y el Virreinato que le sucedió, sino que continuaba a través de la sangre que derramaban los machos mexicanos y los recién llegados generales revolucionarios mexicanos, auténticos criminales. Uno incluso se antoja arrojar esta pregunta ¿Son los narcotraficantes mexicanos los sacerdotes hodiernos de tan sangriento culto?
El autor adolece de un tinte burgués que le hace odiar a la deidad de la guerra, pero lo cierto es que logró salvar su libro con tan inquietante idea: México se salvará en tanto se mantenga cristiano, es decir, mientras siga la senda de Quetzalcóatl.
En este opúsculo cuyas planteamientos pueden nutrirse de los estudios antropológicos, en especial los enfocados a la investigación de los sacrificios (véase René Girard); Junco abre una vía para el autoconocimiento del mexicano y de su porvenir histórico. La parte del estudio histórico sobre los rituales aztecas palidece ante esta nueva interpretación. Lo cual hace del folleto un texto digno de leerse.
(Versión digital arreglada)
Reseña por Oscar Ortega Espinosa (Carpetini).
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